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Bizcocho de trigo sarraceno y manzana con uvas pasas

Hoy os traigo una receta original de bizcocho. Muchos os preguntaréis que qué tiene de original, ya que su aspecto es cómo el de un bizcocho más. Sin embargo, cuando partáis en rebanadas, ya sea para una merienda o como fuente de hidratos de carbono para el desayuno, veréis que su textura y aspecto no son cómo el típico bizcocho al que estamos acostumbrados. No obstante, os animo a que lo hagáis y probéis, ya que si estáis abiertos a probar e introducir nuevas texturas en vuestra cocina y dieta os gustará.

El que yo realicé tampoco es muy dulce, sino que casi el dulzor que tiene lo aportan las pasas, la compota de manzana y una cucharada sopera rasa de azucar que añadí. La cantidad de azucar que le queráis incluir es opcional y a gustos.

Como ingrediente principal, el trigo sarraceno, que es un pseudocereal, que pertenece a la familia de las plantas herbáceas poligonáceas, al igual que la acedera o el ruibarbo. Del que apenas oíamos como ingrediente en nuestra cocina Mediterránea, tendencia en cambio en los últimos años, que cada vez se emplea más, tanto en grano como en preparado de harina, quizás por su interés nutricional y porque NO contiene gluten.

Sin embargo, es un ingrediente cotidiano desde hace muchos años en la cocina asiática, ya que con la harina de trigo sarraceno se hacen los fideos para la sopa. Más cerca de nosotros, en Francia, la harina de trigo sarraceno se usa para los creps.

Ingredientes:

  • 300 ml de leche
  • el volumen en trigo sarraceno en grano de 300 ml
  • una taza de uvas pasas de corinto
  • 500 ml de compota de manzana
  • 4 huevos «L»
  • una cucharada sopera rasa de azucar

Preparación:

Ponemos a remojo el trigo sarraceno en la leche unas dos horas (igual volumen de leche que de trigo sarraceno). Yo use leche desnatada, pero podéis usar la que tengáis en casa.

Después ponemos a cocer la leche con el trigo sarraceno que ya habíamos mezclado, a fuego lento y removiendo de vez en cuando evitando que se pegue para que no adquiera sabor a quemado. El paso del remojo, considero que quizás sea opcional, pero así se acorta el tiempo de cocción y puedes ir aprovechando para preparar el resto de ingredientes o para hacer la compota de manzana. Yo usé una compota de manzana ya hecha, que había comprado para otra receta. Es una compota de manzana bastante natural. Si tenéis la oportunidad de hacerla porque tenéis manzanas que se están madurando pues mejor, pero sino con la del mercado se puede hacer igual. Otra opción es hacer trocitos pequeños unas 4 manzanas e incorporarlas a la mezcla del trigo cocido con los huevos y demás. No lo he probado como tal, pero seguro que también queda superbueno porque en la manzana se queda blandita en el horno.

Bueno, siguiendo con la receta, que empiezo con las múltiples variaciones a la receta y al final os lío.

Cuando tengamos el trigo sarraceno bien blandito, unos 20-30 min a fuego lento lo dejamos que se temple.

Trigo sarraceno cocido en leche

Mientras, en un bol batimos los 4 huevos con el azucar. Si nos gusta más dulce podemos añadir otra cucharada de azucar, pero yo os animo a que no sea una receta demasiado dulce porque así ya está rico. Una vez emulsionados ambos ingredientes añadimos las pasas, que las podemos echar enteras o picar previamente y la compota de manzana. Lo mezclamos y vamos añadiendo el trigo sarraceno cocido.

Una vez todo mezclado lo echamos en el molde de bizcocho que tengamos y lo introducimos en el horno, que tenemos previamente precalentado a 180ºC.

Lo horneamos a esta temperatura, en altura media del horno, unos 50 min – 1 hora. Estará listo cuando al introducir una varilla metálica salga limpia. Si abrimos el horno para probar y no está podemos seguir horneando sin problemas porque aquí no nos pasa como con un bizcocho clásico que deja de subir.

Una vez horneado lo dejamos enfriar antes de desmoldar, aunque no se pegó para nada en mi caso, que usé un molde de silicona. Al hornearse se fue despegando de las paredes del molde en el horno.

(No me podía ni esperar a la foto para partirlo, 😉 ))
Porción del bizcocho de trigo sarraceno

Como podéis comprobar, se ven y se notan a la hora de comer los granos del trigo sarraceno. No vale para mojar en leche o café, pero sí de acompañamiento.

Se me ocurre incluso, como postre presentándolo aún templado con una bola de helado de vainilla….. Qué rico!!! ¿Qué se te ocurre a tí?.

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